Estados Unidos vive uno de sus peores momentos en la historia, las protestas no cesan, el desempleo se dispara (+40 millones) y la injusticia racial cobra su factura en una sociedad devastada por el COVID-19 y sin un aparente «sueño americano» a corto plazo.

Las protestas en distintas ciudades de Estados Unidos provocan caos y desesperación en una sociedad acostumbrada a las «comodidades» y a la ignorancia política. Pero no siempre iba ser así, en algún momento los individuos despiertan como sucedió en Chile o Colombia que poco a poco se hace sentir el clamor popular por la justicia social.

El camino es largo pero poco a poco se deshace el cuento monolítico de que en Estados Unidos «todo está bien» «nadie» está insatisfecho, cuando en realidad es el País más desigual del planeta.

Imaginen lo que es capaz de hacer una nación con 300 millones de habitantes entrenados para disparar debido a la avalancha de propaganda mediática y Netflix abundante con series donde todos los problemas se resuelven a punta de bala ?, Nada bueno debemos suponer.