Así como la sombra confieza la presencia de un objeto, el silencio de los «Medios» confieza una complicidad criminal en la invasión fallida a Venezuela. De pronto los que siempre han estado al tanto y preocupados por lo que pasa en la tierra de Bolivar, se quedaron callados y en el mejor de los casos negando todo, simplificando todo.

Al fin de cuentas la derrota no tiene dueño.

Las pruebas abundan a saciedad por lo que los hechos es lo que tenemos que analizar, son complejos y requieren de raciocinio, y frialdad. No podemos caer en lo superficial de las acciones, de lo contrario veríamos solo la «envoltura» y no su contenido.

El Diputado venezolano y agente de la CIA Guaido es solo una herramienta bastante desgastada de la movida de Estados Unidos, el propósito ni siquiera es que gobierne el muchachito, sino de legitimar el robo de Activos de Venezuela (simple), así que la negación análoga de la invasión y la firma de un documento apátrida, no debería sorprender.

Los servicios de inteligencia venezolanos están trabajando en seguir desarticulando a los golpistas incluso en el extranjero, algo necesario, Venezuela está en guerra con la mayor potencia militar del planeta y no por ello van a ser invadidos directamente, la guerra está privatizada en los términos actuales desde el 2005 cuando Estados Unidos invade Afganistán.

Asi como en Asia y Oriente Medio Estados Unidos utiliza la excusa del «Terrorismo» para invadir, en América Latina utiliza el pretexto del «Narcotráfico», curiosamente muy bien cuidado por la DEA y grupos de poder en Latinoamérica.

Ante todo esto, debemos recapitular que desde que Obama formalmente decreto a Caracas como «Amenaza Extraordinaria» , paulatinamente se ha asfixiando a Venezuela con bloqueos y sanciones que además de destrozar el modo de vida del ciudadano, lo que persigue es causar molestia social.

Un descontento que los Medios utilizan con gusto culpando al Gobierno de Nicolás Maduro. Es ahí donde llegamos al día de hoy, donde a pesar de lo que pensamos el Chavismo está cada vez más fortalecido debido a una regla de vida, que se traduce en que ante las dificultades los pueblos luchan a morir, sin mencionar que la mentira tiene «patas cortas».

Por todo esto debemos reconocer la astucia de Nicolás Maduro, que ha sabido enfrentar y leer los sucesos. No es fácil ser el Presidente de un País, sancionado, que le fueron robados su recursos en el extranjero y que constantemente es saboteado, aunado a que tienes que alimentar a millones de personas y tras de eso enfrentar invasiones de mercenarios…

Cualquiera de nosotros ya hubiera sucumbido.