Para analizar la política debemos ser detallistas y ver el contexto histórico de la actualidad. China sigue su camino hacia el trono del Mundo pero no sin antes sufrir contra un Estados Unidos que se niega a abandonar esa posición predilecta que ha ganado con sangre agena, estafas y convicción (principalmente lo primero).
En particular, vemos una lucha pavorosa en Estados Unidos entre las élites por coronarse en el trampolín de la Casa Blanca, lo que les permitiría direccionar el timon para el beneficio de las industrias a las cuales representan. Pero esto ya lo sabemos.
Estados Unidos en las manos de Trump ha recuperado millones de empleos en las últimas semanas, ha logrado mantener en relativa estabilidad la economía yanki mientras otras naciones están destrozadas, todo esto a pesar de los más de 40 millones de empleos perdidos al inicio de la Pandemia, lo que nos daba indicios de caos general en el país donde el consumo y excesos forman parte de la identidad anglosajona común.
Para enojo y desespero de los Neoliberales de Derecha, Estados Unidos ha logrado salir a flote gracias a la intervención del Estado, a las fuertes medidas públicas que tanto odian esos amantes del «Libre Mercado» que no es libre y no siempre es mercado cuando de Pandemias o crisis se trata.
Estados Unidos simplemente echa a rodar sus máquinas de imprimir dinero y solventa gran parte de su déficit, porque puede y porque no hay calificadora de riesgos, banco u institución que cuestione la lógica financiera de ello, esto resuelve la cuestión a corto o mediano plazo, sin embargo los llevará a la quiebra a futuro.
Pero a corto plazo al estadounidense promedio se contenta con poder seguir comprando y comprando, y eso Trump lo sabe !, al anglosajón no le importa las muertes o las crisis del COVID-19, eso termina olvidándose en la cultura consumista en que viven, en Noviembre, el electorado estadounidense votará pensando en su bolsillo y nada más.
Todo esto sin mencionar que gran parte de los estadounidenses son nacionalistas cristianos liberales y blancos, algo que Trump representa perfectamente al estereotipo que se inculca en la pupila de ciudadano de ese País.
A nivel externo Trump mantiene su política de intervención pero no inicia nuevas guerras, el sabe que un conflicto a gran escala desangraria a Estados Unidos más rápido que las ganancias que podría obtener con el saqueo de recursos, sin mencionar las implicaciones Rusas y Chinas que se frotarian las manos tratando de hacer pagar un alto costo a Estados Unidos.
Trump prefiere invertir en desarrollo de armamento, antes que en guerras. Algo muy útil si en Estados Unidos quieren aún mantener superioridad militar frente a Rusia y China que ya casi han igualado la capacidad bélica de Washington.
Esto nos lleva al tema Venezuela, algo que Estados Unidos debe resolver si o si a corto plazo, no solo por los bastos recursos naturales de Venezuela, sino por su posición geoestratégica. Como vimos en las «revelaciones» de Bolton, Venezuela es considerada patio trasero, algo grotesco pero lógico para la cultura imperialista.
La guerra contra Venezuela queda descartada (ahí no hay forma de que ganen), Estados Unidos no puede imponer una guerra a gran escala sin que tropiecen con los rusos, chinos e iraníes y por ello han apostado por incursiones híbridas de desestabilización, sin embargo han fallado.
El tema de la autoproclamación solo forma parte del plan para tratar de socavar a Venezuela robándole recursos pero esto también ha fallado, porque el objetivo era colapsar y provocar una ruptura social, algo que no ha sucedido, ni va suceder.
A Trump no le queda más que una negociación (a su estilo), por ello planea reunirse con Maduro. Ahí entra en juego AMLO que probablemente sirva de intermediario para una futura reunión en la cual Venezuela pueda negociar con Estados Unidos algún tipo de alivio economico a cambio de que Rusia o China no contruyan una base militar en Caracas, algo que sería catastrófico para Estados Unidos.
Estados Unidos no quiere otra crisis de misiles como sucedió en Cuba. Pero esto no significa que no intenten hacer trampa y dar un golpe a Venezuela si ven las condiciones ! Por ello en Caracas se preparan para todos los escenarios. Estados Unidos seguirá precionando, porque simplemente son otros y no ellos los que controlan el Petróleo.
En Siria y Ucrania pasa algo parecido, particularmente están donde pueden estar, porque Rusia ahí está presente y no hay mucho margen de acción salvo seguir robando el petróleo en Siria y en Ucrania seguir apoyando la rusofobia.
Pero a pesar de la situación confusa con Venezuela, Siria y Ucrania, Estados Unidos se levanta y va extender su dominio tanto como ellos puedan ante un nuevo Mundo destrozado por la Pandemia y en donde todavía las principales instituciones financieras le pertenecen y están influenciadas por ellos.
Quedan al menos 2 o 3 décadas de predominio Estadounidense.
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